Cautivas

Tengo las ideas atrapadas, no quieren salir. He inventado mil historias con la escasa docena que me queda, para moverlas, para sacarlas. No me creen.

Ésas pocas también me han dicho que duerma de cabeza, para ver si alguna incauta se escapa por mi oído. Lo único que logró salir fue la sensatez de dejar de hacer lo que estaba haciendo.

He untado mis lápices con mantequilla, a ver si un trazo veloz me regala alguna idea descuidada, que resbale por mi mano, y se estrelle, irreductible, en el papel. No he conseguido todavía tinta que escriba en esas condiciones.

Trato de no pestañear, para ver si alguna idea ofuscada por el exceso de información se aventura a humedecer mis ojos. Ahora dependo de lágrimas artificiales.

Conseguí pelearme con un extraño, buscando sangrar por la nariz una idea después de una lluvia de golpes. Fue copiosa la sangre, varios los golpes y ni una sola idea.

Probé clases de mandarín, esperanto y finlandés en caso que mis ideas estuvieran cautivas en otros idiomas. Pero si es así serán de otra nacionalidad, al menos he conseguido trabajo de interprete.

He vuelto a mi colección de juguetes recordando el día en que guardé mis últimas ideas infantiles, para que con su bullicio y correteo despierten a las adultas; y a las que pretenden serlo. Pero no estaban dormidas; no había nadie a quién despertar.

Fui a que me leyeran la mano, el tabaco, las cartas, la cédula. Todas coinciden en que encontraré el amor tarde y viviré una vida larga, pero ni una palabra sobre ideas u objetos perdidos.

¿Será entonces que no están encarceladas? ¿Prisión, pozo seco o laberinto?

Agotadas en décadas de conversaciones triviales, sueños extendidos, excusas telefónicas, listas de cosas por hacer, páginas de Internet, en algún cigarro mal encendido.

Perdidas como llaves en el fondo de un bolso, el bolígrafo que siempre estuvo en tu oreja, la moneda que tienes pero no consigues a la hora de pagar, el calcetín huérfano en el cesto de ropa sucia.

Justo el día que no tienes tiempo para buscar.

¿Por dónde empezar?

5 comentarios en “Cautivas

  1. Velo como un laberinto, porque de un laberinto siempre puedes salir. Es un laberinto, ¡es un laberinto! Encantada con este texto que es un poco primo de Curriculum Vitae. Hermoso mi Saul..Muaks Muaks!Maca

  2. En estos días escribí esto y creo que no hay mejor lugar que este post para ponerlo:»Me afectaba tanto no poder componer que una vez más me senté ante el piano sin ilusión alguna. Creo que es una manera de restregarme en la cara mi ineptitud. Nota tras nota fui plasmando mi deplorable estado. Luego de meses de lucha y composición obtuve una nueva obra. Una grandioza obra. Dos días después empezaba a afectarme no poder componer.»En algún momento lo paso a mi blog. ;)X.

  3. ironicamente me encuentro en mi trabajo tratando de conseguir una idea…para un menu, para 3 posters y una proganda de revista y un comercial de tele de cada uno tengo las bases pero ninguna crece como quiero y tratando de no pensar en mas ideas decidi leer tu blog para despejar mi mente un poco a ver si algo crece despues del break…again ironicamente te adoro Sonia

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