Es hora de cambiar

Es hora de cambiar. Ha llegado el momento en que la transformación no requiere razones, solo ganas y tiempo.

Hace casi ocho años —si no me falla la memoria— abrí este blog, y en ese instante el mejor nombre que se me ocurrió para bautizarlo fue el de mi primer cuento, mi primer relato literario: «Escribe tu nombre aquí…». Esa historia hoy es la culpable de mis letras, de mis ganas de escribir, aunque al releerla no pueda evitar burlarme de mí mismo, de mi inocencia, de mis errores, de los lugares comunes, de las palabras rebuscadas y los adjetivos innecesarios, aunque hoy no esté exento de traspiés y equivocaciones. Escribí ese cuento por que estaba deprimido, enfermo de una gripe apocalíptica durante mi primer invierno en un país nuevo que hoy sigue siendo mi hogar. Escribí ese cuento porque quería hacer algo diferente, porque necesitaba un cambio. Un tiempo después inauguré un blog con ese primer experimento literario y me cambió la vida. No me hice millonario, ni famoso, pero me di tiempo a mi mismo, me conocí mejor y conocí a personas que hoy son grandes amigos, recibí halagos y duras críticas, intercambié ideas con desconocidos, y hasta me enamoré de voces femeninas que vivían el mismo experimento literario que yo, aunque de otra forma y por otras razones.

Gracias a ese salto al vacío hoy digo que soy escritor, gracias al laboratorio que fue —y espero siga siendo— este blog, aunque hoy cambie de nombre. Y creo que llegó el momento de empezar a hablar del futuro y de este nuevo nombre.

«En busca de mundos imposibles» más que un título es una misión. No voy a dedicarme a escribir sobre cartografía fantástica, aunque ahora que lo pienso sería un buen tema para una colección de relatos, pero voy a tratar —al menos— que este espacio refleje la búsqueda, mi búsqueda, la emoción de enfrentarse a lo desconocido, las ganas de crear mundos imposibles a través de la palabra. Quizás dure ocho años más, quizás cambie en cuatro meses. Hoy no tengo y no necesito tener esa respuesta, porque para ser completamente honesto nunca pensé que fuese a tener un blog por tanto tiempo. Sí podría ser un poco más activo, ya que estamos en eso de la honestidad, pero siempre ha estado ahí, siempre ha sido un punto de apoyo para mi sanidad, un refugio ocasional para algún trasnochado que me lea y para mis frustraciones, donde he escrito pequeñas historias sobre mis fotografías hasta una carta de desamor para mi país.

El nuevo nombre viene con energía nueva, con ganas renovadas de hacer más, de aparecer más en este rincón para compartir mis delirios y sueños con los interesados y los insomnes. Viene más limpio, con letras más grandes, más fácil de leer y coronado por una fotografía que estará allí hasta que consiga otra que me guste más. Un espacio simple para ideas no tan simples.

Hay otra razón para este cambio de nombre, una razón buena y emocionante, pero ese relato lo dejo para otra oportunidad, para un futuro cercano. Todavía no es el momento apropiado. Por los momentos estas palabras son la apertura oficial de «En busca de mundos imposibles», el debut de la nueva temporada del blog, la reinauguración del chiringuito literario, una infusión de vida nueva en un cuerpo que todavía tiene mucha vida por delante. Los que quieran explorar conmigo son bienvenidos, no es necesario equipaje ni pasaporte, solo ganas y tiempo.

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